No consigo que mis hijos coman pescado y a mí mismo no me hace mucha gracia… ¿Qué puedo hacer?
Con respecto a nuestros hijos muchas veces cometemos el error de pensar que lo único importante es que vacíen el plato de lo que les hemos puesto, sin importar muchas veces la variedad de alimentos que les presentamos día tras día. La niñez es la edad perfecta para poner en contacto a nuestros hijos con el mayor número de sabores posibles, incluso los que no nos gustan a nosotros, evitando que caigan en nuestros errores. Si nuestros hijos rechazan un sabor, lo apartamos y lo intentamos otra vez pasados unos meses, pero lo importante es que entren en contacto con él. De todas formas también es importante comer alimentos de todos los grupos y si resulta imposible, deberemos acudir a técnicas de “camuflaje”.
El artículo de hoy toma la forma de receta y aunque utilizaremos lubina que es un pescado blanco, realmente se puede adaptar cualquier pescado blanco ó azul de características similares en cuanto a cocinado y desmigado y si añadimos un poco de tomate por encima (opcional) al resultado final, será difícil que nadie pueda notar el sabor a pescado.
RECETA:
1) Ingredientes: 3 filetes de lubina, 4 patatas pequeñas, 1 cucharada de orégano, 2 huevos, mostaza, una taza de miga de pan, sal y pimienta.
2) Preparación:
-Pelar las patatas, cortarlas en cubitos y hervirlas en agua hasta que estén blandas.
-Preparar los filetes de lubina sobre un plato a los que añadiremos por encima un chorrito de aceite de oliva virgen extra, orégano y una pincelada de mostaza (sirve cualquiera). 2 minutos al microondas debería ser suficiente para que queden cocinados y pueda separarse la piel con facilidad (este paso puede hacerse también usando un horno ó un baño maría).
-En un bol machacaremos las patatas y lo mezclaremos con el pescado desmigado (revisando que no queden espinas), las migas de pan, dos huevos, sal y pimienta al gusto.
-Con la ayuda de las manos y un tenedor, debemos conseguir que quede una masa homogénea, casi como el relleno de unas croquetas (si queda muy líquida se puede añadir pan rallado hasta que adquiera la consistencia adecuada para el siguiente paso).
-Finalmente deberemos hacer pelotas pequeñas (ver foto del resultado) con la masa y freírlas en aceite de girasol (se puede usar de oliva siempre que nos guste que adquiera ese aroma). Tras freírlas lo más adecuado es dejarlas sobre un papel absorbente y de este modo eliminar el exceso de grasa.
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